dijous, de gener 29, 2009
El Carnicero (28-01-09)
Vivimos en un mundo que se esta desintegrando. Hay dioxido de azufre en el aire que respiramos, detergente en las aguas que bebemos, DDT en nuestros huesos. Las materias primas se agotan. La calidad de nuestra vida se deteriora. La inflaccion devora nuestra capacidad adquisitiva. Los medios de comunicacion nos bombardean con publicidad subliminal de todas clases. El escepticismo hacia todo y hacia todos nos invade. La insolidaridad humana se hace ley. Nos convertimos en animales humanos, mientras el mundo a nuestro alrededor se degrada, se corrompe, se derrumba. Y todo en aras de una concepcion equivocada de la sociedad, del desarrollo tecnico, de la produccion. Todo en aras de la mezquindad de un grupo de hombres que, desde sus posiciones privilegiadas tienen sus miras puestas en los objetivos mas inmediatos, en el lucro y el poder, sin haber pensado nunca que una planificacion a largo plazo no es ya necesaria,. sino absolutamente imprescindible.
¿Cuales son las expectativas de vida que tiene la humanidad como tal, las posibilidades de supervivencia que tiene el hombre como raza en nuestro planeta, y por cuanto tiempo?
La superpoblacion, los peligros inherentes al mal uso de la tecnologia, la degradacion de la calidad de vida. La masificacion del individuo, el uso pacifico de la energia atomica, que, como cosa curiosa se esta conviertiendo en un peligro mayor, por ser mas lento e insidioso, que el uso no pacifico de la misma. La destruccion del equilibrio ecologico....
Es completamente esteril contar alabanzas de un futuro esplendoroso, cuando todos sabemos, a estas alturas, que nuestro futuro va a ser todo menos esplendoroso.
Las grandes amenazas denunciadas desde que la palabra "Ecologia" empezo a ponerse de moda estan empezando a confirmarse, y se han visto rodeadas muy pronto de otras amenazas mas insidiosas, menos evidentes, pero no por ello menos terribles.
La crisis de la energia, por ejemplo, motivadas no solo por un previsible agotamiento de los combustibles fosiles, sino tambien por la manipulacion de las fuentes de produccion y principalmente de las grandes multinacionales que monopolizan su transformacion. La manipulacion economica que ellos han hecho, marcando los precios de los combustibles.
La manipulacion del individuo para los mas diversos fines, como por ejemplo.
La crisis monetaria internacional. La inflacion. El creciente paro obrero, con sus secuelas inevitables de selectividad.
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