dimecres, de novembre 03, 2010

El Carnicero "Comida Basura"



El 40% de las verduras que consume un ciudadano europeo contiene restos de pesticidas y aunque en su mayoría estén por debajo de los límites autorizados, comienzan a acumularse las pruebas de que pequeñas dosis durante mucho tiempo pueden ser más perniciosas que altas dosis de una sola vez.

El ser humano se está acostumbrando a consumir comida basura, en donde desde luego las multinacionales desempeñan un rol importante, gracias a la globalización y a sus efectos.

La sociedad busca regular los estilos de vida mediante la promoción de miedos a la enfermedad y a la muerte. La dieta es un punto de atención ideal para este tipo de enfoque por su asociación histórica con la salud y el bienestar y por su centralidad en la vida humana"

Lo cierto, que es muy alarmante a obesidad ha alcanzado dimensiones de epidemia mundial. Mil setecientos millones de personas presentan alto riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el sobrepeso, como diabetes y enfermedades cardiovasculares. Se señala que, en la Unión Europea se estima que, durante los años noventa, 290.000 muertes de mayores de 15 años (el 7,7% del total) estaban relacionadas con el exceso de peso, el 70% por enfermedades cardiovasculares y el 20% de cáncer.

Se nos proporciona el dato que en España por ejemplo, el 14,5% de la población adulta es obesa y el 38,5% tiene sobrepeso. Entre la población infantil y juvenil (de 2 a 24 años), el 13,9% son personas obesas y el 26,3% tiene sobrepeso. En el grupo de edad entre 6 y 12 años, la tasa de obesidad es mayor que en los adultos (16,1%), habiéndose triplicado en sólo 10 años y siendo de las más elevadas de Europa. Según la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad que padecen los menores están cada vez más vinculados a la diabetes tipo 2, considerada diabetes de adulto porque requiere para su aparición de un exceso de peso permanente.

Considérese, que ser obeso y estar excedido de peso no es exactamente lo mismo. Una persona obesa tiene una gran cantidad de grasa corporal demás, no simplemente unas pocas libras. Las personas obesas están muy excedidas de peso y corren el riesgo de tener graves problemas de salud

El crecimiento de la obesidad y de sus enfermedades derivadas tiene que ver con el sedentarismo de la vida urbana, pero también con los hábitos alimentarios. Se trata de sobrealimentación pero también del predominio de carnes, grasas, sal y azúcar, en detrimento de pan, pescado, legumbres, frutas y vegetales. Los alimentos frescos y cocinados en casa se sustituyen progresivamente por alimentos industriales, procesados, precocinados, con conservantes y aditivos. En la dieta de nuestr@s niñ@s y jóvenes se abusa de carne, bollería industrial, alimentos precocinados, patatas fritas, etc., repletos de azúcares y grasas saturadas que aumentan la palatalidad y eliminan la sensación de saciedad. Las calorías vacías de elementos nutritivos y cargadas de azúcar refinado que sustituyen a la leche y otros alimentos naturales, son la causa de la epidemia de obesidad actual. Saltarse el desayuno y no ingerir frutas y verduras, al tiempo que beber refrescos en lugar de agua y comer chucherías, perjudica la salud.

Se agrega, que la carne que comemos procede de animales hacinados y alimentados con piensos. Para su engorde rápido y paliar las consecuencias de una “vida” enferma (inmovilidad y estrés del ganado estabulado) son atiborrados de antibióticos y anabolizantes. La industria alimentaria obtiene más rápido, más kilos de carne y más barata, impulsando una dieta basada en un alto consumo de proteína animal que nos enferma. Mientras, la tierra fértil en los países del Sur, se dedica a la producción de alimentos baratos para el ganado en lugar de destinarse a producir alimentos vegetales para la propia población. La consecuencia es la expulsión de los campesinos e indígenas pobladores de esas tierras, obligados a emigrar y hacinarse en las megalópolis del sur o del norte, que les explota como mano de obra barata, negándoles sus derechos humanos y les expulsa cuando no son necesarios. La producción cárnica mundial se ha quintuplicado en 50 años. El rendimiento proteínico de una hectárea de cereal es 5 veces superior si se destina directamente para consumo humano que si se emplea en engordar al ganado que nos proporciona la carne. El crecimiento en el consumo de carne igualmente acrecienta los problemas de gestión de residuos.

A pesar de la alarma por las enfermedades derivadas del cambio alimentario, poco se está haciendo desde las instituciones. La publicidad a favor de la comida basura, bebidas refrescantes, helados y dulces, que las multinacionales de la alimentación lanzan sobre niñ@s y población en general se despliega libremente sin obstáculos legales o sociales. Esto explica la proliferación de establecimientos de comida rápida y expendedoras de bebidas y chucherías, incluso en centros educativos.